Las palabras surgieron para comunicarnos con nosotros mismos, en silencioso monólogo interior, y entendernos con los otros. Como espejo del pensamiento, de la idea o de la emoción, revelan también nuestras coordenadas humanas, quiénes somos y dónde estamos. Quede este espacio para dejar fluir palabras, las cardinales.
martes, 13 de noviembre de 2018
Traviesos caminos
Aprenden tus manos traviesos caminos
que me hacen contorno,
cubren mis hombros de tierno cobijo
y pasean a escondidas
hasta rodear
mi geografía, sin tropiezo.
Pestañeas tembloroso al llegar al abismo,
son las vistas salvajes y parecen lejanas,
mas pueden tus ojos correr peligrosas distancias,
pues no hay viaje largo
ni camino insondable
si pueden los cuerpos
reposar, contemplar
la eternidad del paisaje.
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Cuando el camino es el amado, el reposo sabe a hombro, mejilla y café, y la eternidad se contempla en lo profundo de unos ojos con sabor a miel.
ResponderEliminarGracias por el poema
¡Muchas gracias, Olmar! Un abrazo grande, que también sabe a reposo.
EliminarAgradable sensación de calidez y bienestar en estas breves líneas que nos transportan a un sitio que es camino y en el que a todos nos gustaría reposar!!
ResponderEliminar¡Gracias, Pedro! Un abrazo
EliminarGracias por tan bonito comentario la verdad es que me gustaría encontrar un camino como ese para poder reposar gracias por escribir cosas tan bonitas y compartirlas con nosotros
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