Las palabras surgieron para comunicarnos con nosotros mismos, en silencioso monólogo interior, y entendernos con los otros. Como espejo del pensamiento, de la idea o de la emoción, revelan también nuestras coordenadas humanas, quiénes somos y dónde estamos. Quede este espacio para dejar fluir palabras, las cardinales.
jueves, 2 de noviembre de 2017
La redondez del mundo
En la cóncava caricia de tu mano en mi pecho cabe la redondez del mundo,
toda su luz,
la inmensa noche
y el trémulo gesto
que mágicamente nos une,
como la gravedad que me clava al suelo.
Se expande el universo
en este breve espacio
para acercar los cuerpos,
diluir las almas
y lanzarnos así al cielo.
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