Indudablemente, el futuro de la educación va a transitar por los caminos tecnológicos y de las redes sociales, que favorecen el encuentro virtual (y deseamos que fructífero) entre alumnos y profesores...
De manera muy modesta e ingenua, yo ya he terminado por lanzarme a esta aventura, sobreexponiéndome, quizá, más de lo acostumbrado. Nadie suele ver qué ocurre dentro de las aulas, cuando el maestro comienza su lección... No solemos tener espectadores externos ni jueces... Sería saludable para el sistema que se abrieran las puertas de las clases, aunque también peligroso, porque todo el mundo se cree con el legítimo derecho de opinar cuando hablamos de la enseñanza de nuestros hijos.
Internet ofrece una ventana amplísima y pública para que los docentes nos asomemos a contar, cantar, exhortar a los alumnos a que pongan atención a lo que allí ocurre, porque no todo en las redes tiene por qué ser trivialidad o nadería.
Empecé por las sintaxis y continuaré en las próximas semanas con las lecciones sobre el Predicado. Pero no debo olvidar que mi materia es "Lengua Castellana y Literatura" y, por eso, es de ley que dedique un espacio a las letras escritas en español... De momento, la poesía, que siempre conecta bien con los jóvenes por ser expresión bella y contradictoria de nuestros mundos interiores (ellos necesitan encontrar el punto de encuentro entre lo que llevan dentro y el mundo en el que viven).
Creo que a ellos les gusta la iniciativa, porque están hartos de que la Literatura consista en memorizar corrientes artísticas y biografías lejanas. No pretendo dar clases magistrales sobre Literatura; no tengo el conocimiento suficiente ni tendría mucho sentido, porque lo que mis interlocutores necesitan es motivación, no docta explicación. Desean que alguien o algo prenda un fogonazo en sus conciencias, para lanzarles al arte, al verso, al mundo y que aprendan a descifrarlo a solas y por deseo propio.
Sed indulgentes conmigo, que no quiero ni debo hacer mucho ruido...
Vídeos recitando poesía:
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